Queremos una Universidad de Puerto Rico Abierta y en Pie de Lucha

La universidad es el fulcro de las posibilidades y la potencialidad del país. El es el lugar significativo donde toda su comunidad se convoca para pensar, construir conocimiento, articular una visión crítica de la sociedad, crear obras y tecnologías, compartir ilusiones y actuar de diversas maneras para movernos en diversas direcciones. Es el paisaje de nuestras ilusiones y de la praxis concreta. Es el nicho del pensamiento y la acción que han hecho posible lo mejor del país y en cada recodo de nuestros recintos nos hemos encontrado gente muy diversa que de otra manera estaría dispersa por el territorio, sin la oportunidad de hacer, de pensar, de crear y de tomar acción. Es por ello que una estrategia vital para nuestra sociedad y como herramienta de lucha en estos momentos aciagos, consiste en mantenerla abierta y desde ese espacio articular una resistencia pensada y una acción que construya un mejor país.

La Universidad Abierta abona al bienestar emocional de los y las integrantes de esta comunidad. La universidad abierta permite que las relaciones interpersonales establecidas entre miembros de la misma se fortalezcan y funjan como red de apoyo durante la situación de crisis que enfrenta el país y que incide en el funcionamiento efectivo de nuestra universidad. La interacción humana que cotidianamente se da en salones de clases, oficinas administrativas, oficinas de servicios, oficinas de investigación, pasillos de edificios, cafetería y todo entorno de la universidad provee un espacio idóneo para fortalecer el sentido comunitario y promover el diálogo de alternativas para el manejo ante la crisis desde el colectivo.

La Universidad Abierta nos ofrece también la oportunidad de experimentar un sentido de logro desde nuestro escenario laboral en la medida en que adelantamos nuestro quehacer universitario desde nuestros respectivos roles. En el caso de profesores/as, la universidad abierta nos permite continuar facilitando la formación de profesionales que aportarán al desarrollo económico, social y cultural de nuestra isla.

En la Universidad Abierta los servicios que se ofrecen a la comunidad pueden reanudarse y por consiguiente, tendríamos más apoyo de la ciudadanía que se beneficia de estos servicios. En los servicios a la comunidad, existen iniciativas a comunidades especiales, prácticas en escuelas y centros de salud, familias victimas de violencia doméstica, que se ven afectados por la falta de asistentes estudiantiles que no se encuentran en la Universidad. Estos son servicios que no tienen costos para los que lo reciben, ni para el Estado. La universidad pública no es solo de los universitarios. Las bibliotecas, laboratorios, museos, y otras dependencias son de uso público.

En la Universidad Abierta se facilita demostrar la importancia de la UPR y todos los servicios que ofrece a la sociedad.

En la Universidad Abierta todos los sectores pueden presentar alternativas a las medidas que ha propuesto la Junta de Control Fiscal.

En la Universidad Abierta se evita la pérdida de estudiantes de nuevo ingreso, que opten por asistir a otras Universidades.

La Universidad Abierta promueve la obtención de fondos externos, para servicios e investigaciones (que muchas veces implican servicios también), ante una institución que no puede garantizar un escenario para llevarlos a cabo.

La Universidad Abierta es indispensable para cumplir con nuestra misión de ser una institución de vanguardia en la educación superior e investigación, transformando la sociedad mediante la búsqueda del conocimiento, en un ambiente de ética, justicia y paz.

La huelga ha sido, históricamente, uno de los mecanismos laborales y estudiantiles más importantes como arma de lucha. Nuestros respetos a quienes la esgrimen (y la hemos esgrimido históricamente) como un instrumento para la lucha. Pero estamos ante unas fuerzas inauditas e insospechadas que requieren una Universidad Abierta, militante, combativa y ejerciendo sus mejores oficios. Avanzando, deteniéndose, armando táctica y estrategia, investigando, luchando, creando nuevas formas de arte, educando (sobre todo quienes intentan gobernarnos), divulgando, en las comunidades, dando el servicio que el gobierno se niega a dar en la agricultura, en el desarrollo económico, en propuestas de futuro, en la sostenibilidad energética y ambiental, y con nuestra gente maltratada, entre una lista interminable de ítems en la agenda universitaria. Es imperativo hacerlo.

English Translation:

The University is the fulcrum of possibilities and potential for the country. It is the principal seat where the community can meet to think, build knowledge, articulate a critical vision of society, create technology and works, share hopes, and act in diverse manners that move us in a variety of directions. It is the landscape of our hopes and a concrete praxis. It is the niche for thoughts and actions that have formed the best in our country; in every corner of our campuses there is a diversity of people who, in any other manner would be scattered throughout the territory, without an opportunity to do, to think, to create, or to take action. It is for this that a vital strategy for our society and as a tool for resistance in these ill-fated moments, consists in remaining open and from within the university articulating a thoughtful resistance and actions for building a better country.

An Open University supports the emotional well-being of the members of the community.

An open university fosters the strengthening of established interpersonal relations between its members and allows it to function as a center of support for the duration of the crisis that the country is confronting, as well as having an impact on the effective functioning of the university mission. The human interaction that occurs daily in the classroom, the administrative, service, and research offices, the hallways of the buildings, the cafeteria, and the entire university provides an ideal space to strengthen a sense of community and to promote a dialogue for alternatives on how to manage the crisis.

The Open University offers the opportunity to experience a sense of achievement within our work place [lit. from the work stage or stage of work] to the extent that we move forward in our university tasks within our respective roles. In the case of the professors, the open university permits us to continue facilitating the formation of professionals who will contribute to the economic, social, and cultural development of our island.

In the Open University, the services that are offered to the community can be resumed and, consequently, we would have more support from the citizens that benefit from these services. These services include initiatives for special communities, for practice in the schools and health centers, and for victims of domestic violence; all of these are adversely affected by the closing of the university and the consequent absence of student assistants for these programs. All of these are needed services that incur no cost, neither for those who receive them nor for the State. Furthermore, the public university is not only for students. The libraries, laboratories, museums, and other dependancies are also for public use.

In the Open University it is easy to demonstrate the importance of UPR and all of the services that we offer to our society.

In the Open University, all of the sectors can present alternatives to the measures proposed by the Junta de Control Fiscal.

In an Open University, we can prevent the loss of new students, who are choosing to register and attend other Universities.

An Open University can obtain external funds for services and research (which also implies services as well), before any institution that cannot guarantee the space for these activities to be carried out.

An Open University is indispensable for carrying out our mission to be a leading institution in research and higher education, transforming society via the search for knowledge, in an ethical, fair, and peaceful environment.

The strike, has been historically one of the most important student and labor tools for resistance and we respect those who have used it (and we have used it) as an instrument for resistance. But, we are before unprecedented and unimagined forces that require an Open University–militant, combative, and exercising its best endeavors; advancing, withdrawing, using tactics and strategy, investigating, resisting, creating new forms of art, and educating (especially those who intend to govern us). We are providing to the communities and our mistreated people the services that the government refuses to offer– in the areas of agriculture, economic development, proposals for the future, and in sustaining energy and the environment. There is an unending list of items on the university agenda. It is imperative that we do it.

Alternative Council for a New Sustainable University (JANUS) is a collective of professors created 4 May 2017 that has as the principal objective to fight for the well-being of UPR with open gates.

Personas Contactos:

Mario A. Núñez Molina: mario.nunez@upr.edu

Manuel Valdés Pizzini: manuel.valdes@upr.edu

Rosita Lisa Rivera: rosita.rivera1@upr.edu